17 Jul ¿Cuál es la mejor orientación para una casa?
Cuando uno decide comprar una vivienda hay muchas cosas que puede cambiar a base de reformas, pero hay tres que nunca podrá modificar: la ubicación, la altura y la orientación.
Hoy nos vamos a detener en la orientación que va a determinar aspectos críticos como la luminosidad, el calor o el frio, circunstancias que van a influir de manera muy importante en el gasto energético y en el confort del hogar. Por ejemplo, una fachada excesivamente calurosa o excesivamente fría hará que para estar cómodos consumamos más calefacción o aire acondicionado que una vivienda bien orientada.
La orientación de una vivienda consiste en su posición con respecto al sol. Normalmente, nos fijaremos en la orientación de la fachada principal (es decir, si mira al norte, al sur, al este o al oeste), porque es posible que una misma vivienda tenga distintas fachadas. No obstante, conviene tener en cuenta todas ellas.
Para determinar la orientación perfecta de una casa debemos distinguir entre la mejor orientación en el hemisferio norte y en el hemisferio sur, ya que las condiciones son exactamente las contrarias en cada caso. En España, las fachadas que apunten hacia el sur tendrán sol directo durante todo el día en invierno, mientras que las que apunten al norte solo recibirán sol directo durante el verano a primera y a última hora del día.
De modo que, si vivimos en una zona fría, probablemente una orientación suroeste nos beneficiará, mientras que será mejor una orientación noreste en las zonas de calor.
En cuanto a la peor orientación para una casa, en el caso de las que se encuentren en climas fríos, será al noreste, mientras que la peor para los climas cálidos es el suroeste.
- Orientarnos hacia el sur o hacia el norte nos permite recibir luz solar de forma más estable durante todo el día
- Orientarnos hacia el este nos permite recibir más luz por la mañana, algo beneficioso en climas cálidos
- Orientarnos hacia el oeste nos hace recibir calor durante la tarde, por lo que es más conveniente en climas fríos, al ayudar a mantener la vivienda caliente durante la noche
Además de todo esto, hay muchos otros factores que tener en cuenta. No es lo mismo un ático, que una vivienda protegida por otros inmuebles y con una única fachada. Tampoco es lo mismo una vivienda situada en una calle estrecha y a baja altura, que una casa unifamiliar rodeada de verde y sin tropiezos que le hagan sombra.
Nuestros usos y costumbres también importan: no es lo mismo un tipo de jornada en la que pases mucho tiempo en casa durante el día y, por tanto, necesites luminosidad y una temperatura agradable de forma natural, que hacer vida en casa durante la tarde-noche y precisar una temperatura agradable y luminosidad en ese momento.
Por el mismo motivo, si tienes terraza o jardín, puedes necesitar un tipo de orientación concreta. En general, la orientación sur suele ser la mejor orientación para una terraza o jardín si lo que buscas es la máxima estabilidad climática durante todo el año.
Además de conocer la orientación de la casa, es importante tener muy en cuenta la orientación de cada estancia. Por ejemplo, hacia dónde miran las habitaciones o el salón. Esto es importante porque determinadas habitaciones pueden beneficiarse de una mayor luminosidad o una mayor incidencia directa del sol a horas concretas, bien porque necesitemos luz natural para hacer uso de ellas, bien porque nos beneficie que el sol las caliente a una hora concreta del día.
Siempre es mejor adelantarse y estudiar con detalle todos estos elementos antes de lanzarse a comprar, a construir o a reformar una vivienda.
Fuente: Idealista
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