Cuando alguien desea comprar una vivienda puede:
Todo esto está muy bien y muchas veces funciona, con mucho esfuerzo y mucha dedicación de tiempo eso sí, pero puede conseguir unas cuantas propiedades con las que contactar. Muchas más cuanto menos exigente es el comprador y cuantos menos requisitos le pide a la vivienda.
Todos sabemos la gran diferencia que existe en demasiadas ocasiones entre lo que el anuncio dice de una vivienda y lo que finalmente uno se encuentra cuando la visita. Ahí es cuando el comprador comienza a desmoralizarse porque en cada visita pone una ilusión y lo cierto es que raramente lo que busca es lo que encuentra.
Y después, cuando comienza la negociación, el comprador está y se siente sólo. Nadie defiende sus intereses.
La mayoría de las operaciones están intermediadas por una agencia que, además de ofrecer únicamente aquello de lo que dispone, está, claramente, del lado del vendedor, su cliente.
Un PSI:
El PSI busca, analiza, negocia y formaliza con garantías en nombre y desde los intereses del cliente comprador, para el cual trabaja en exclusiva.