15 Feb ¿Qué son las arras penitenciales?
Las arras penitenciales funcionan como garantía en caso de desistimiento del comprador o el vendedor de una vivienda. Es decir, es el precio que debe pagar cada una de las partes en caso de que decidan echarse atrás y no llevar a cabo la compraventa.
El contrato de arras penitenciales no es obligatorio. Sirve para que tanto el comprador como el vendedor se sientan más seguros en el proceso.
Cuando el comprador incumple el contrato de compraventa, las arras penitenciales permiten al vendedor quedarse con la cantidad entregada como compensación.
Si es el vendedor quien incumple, estará obligado a devolver al comprador el doble de la cantidad entregada en concepto de arras, según lo estipulado en el contrato. Tengamos en cuenta que al decir “el doble”, en realidad está cubriendo la misma cantidad que el comprador en caso de incumplimiento. Lo que sucede es que el comprador había entregado al vendedor previamente esa cantidad.
Las arras penitenciales son las únicas que están reguladas en el Código Civil, concretamente en el artículo 1454
Esas arras penitenciales se pueden condicionar al cumplimiento de una condición específica, por ejemplo, la concesión de una hipoteca. Se trataría de unas arras penitenciales condicionadas. En este caso, si el comprador no consigue la financiación, las arras permiten desistir sin mayores repercusiones, más allá de la devolución del importe entregado en concepto de arras.
La cantidad a pagar en concepto de arras penitenciales se puede pactar, pero generalmente es del 10% del valor total de la compraventa. Esta cantidad suele fijarse en función de las condiciones del mercado y del acuerdo entre las partes.
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