¿Puedo segregar mi vivienda?

¿Puedo segregar mi vivienda?

La segregación de una vivienda es un proceso que permite dividir una propiedad en dos o más unidades independientes. Implica convertir una única unidad inmobiliaria en varias unidades autónomas.

¿Cuándo puede la segregación ser una solución?

  • Venta parcial. – Cuando el propietario desea vender una parte de la vivienda, conservando el resto.
  • Alquiler independiente. – Para alquilar una parte de la vivienda de manera independiente, generando ingresos adicionales.
  • Herencia. – La segregación de una vivienda es una solución común en herencias cuando se desea distribuir la propiedad entre varios herederos, permitiendo que cada uno reciba una unidad independiente.
  • Adaptación familiar. – Para adaptarse a nuevas necesidades familiares, como crear un espacio independiente para hijos adultos o familiares mayores.
  • Divorcios. – La segregación de la vivienda es una opción que permite dividirla en unidades independientes, facilitando una repartición más clara y, en muchos casos, evitando la venta inmediata o conflictos prolongados.
  • Inversiones inmobiliarias. – Para maximizar el valor de la propiedad, incrementando la rentabilidad mediante la creación de varias unidades habitacionales.

Una vez que tengas claro que quieres intentar la segregación, inicias un proceso, sujeto a la obtención de una licencia y al cumplimiento de requisitos técnicos y legales, que incluye varios momentos clave:

  • Evaluación inicial. – Determinar si se puede segregar una vivienda de acuerdo a la normativa vigente y si cumple con la superficie mínima para segregar un a vivienda.
  • Solicitud de permisos. – Obtener el permiso de la comunidad de propietarios de una vivienda si los estatutos de la comunidad impiden realizar la segregación libremente. Hay que tener en cuenta que se necesita una mayoría suficiente de 3/5 para poder modificar cuotas de participación de un régimen de propiedad horizontal.
  • Proyecto técnico. – Contratar a un arquitecto para desarrollar un proyecto de obra que cumpla con el código técnico de la edificación y la normativa local.
  • Finalización de la obra. – Una vez terminada la obra, es necesario presentar el certificado final de obra al ayuntamiento, quien expide la licencia de primera ocupación y la cédula de habitabilidad si todo está correcto.
  • Escritura pública y registro. – Formalizar la segregación mediante una escritura pública ante notario y actualizar la situación de la propiedad en el registro de la propiedad.
  • Cuotas de participación. – Ajustar las cuotas de participación en la comunidad de propietarios según las nuevas unidades.

Como ves, no es un camino sencillo. Lo más importante es evaluar cuidadosamente la situación ayudándote de expertos, si es necesario, para tomar una decisión bien informada.

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