23 Sep ¿Cómo elegir a un agente inmobiliario?
Bien seas propietario que desea vender o alquilar su vivienda o potencial comprador o inquilino, lo más probable es que desees contar con un agente inmobiliario que te lleve hacia el éxito, que te ayude a conseguir lo mejor de lo que deseas, dentro de lo que el mercado está en condiciones de aceptar. Y la pregunta que te surge es ¿y cómo lo elijo?
En demasiadas ocasiones se percibe al agente inmobiliario como un comisionista que “enseña” pisos y por tanto se le da un escaso valor y se llega a la conclusión de que cualquiera vale, llegando incluso a pensar que un portero de finca puede jugar ese papel.
Nada más lejos de la realidad. Para empezar, un agente no es (o no debería ser) un comisionista. Debe aportar el valor suficiente como para que su retribución sea considerada como honorarios y no como comisiones. Esto es fundamental, aportar valor. Y ese valor se aporta siempre que se cuente con una serie de aptitudes y actitudes absolutamente necesarias.
Un buen agente inmobiliario debe contar con los conocimientos técnicos necesarios y actualizados (del mercado, legales, financieros…) y con una experiencia suficiente para garantizar la viabilidad y el éxito de las operaciones a las que se enfrenta.
Pero, además, debe contar con unas cualidades, actitudes y aptitudes que le hagan destacar en su campo, que le permitan aportar valor al proceso:
Capacidad de comunicación
La capacidad de comunicación es una de las aptitudes más cruciales para un agente inmobiliario porque permite ofrecer soluciones más personalizadas y efectivas.
Pensemos que un agente inmobiliario debe presentar propiedades, explicar contratos, responder preguntas, redactar informes, expresar claramente ideas y conceptos, en persona, por teléfono, por escrito, …
Pero para comunicar bien también hay que escuchar bien, comprender las necesidades de los interlocutores, … Debe practicar la escucha activa.
Empatía
En el contexto inmobiliario, la empatía como capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás, permite a los agentes conectarse mejor con sus clientes.
La empatía ayuda a construir relaciones (porque los clientes se sienten más cómodos y confiados cuando perciben que el agente entiende sus necesidades y preocupaciones), a negociar efectivamente (porque al comprender las motivaciones y preocupaciones de ambas partes en una negociación, un agente puede encontrar soluciones que satisfagan a todos los involucrados) y a gestionar el estrés (porque puede proporcionar el apoyo emocional necesario para reducir la ansiedad de sus clientes a lo largo de la transacción)
Adaptabilidad
El mercado inmobiliario está en constante cambio, y un agente exitoso debe ser adaptable. La adaptabilidad implica la capacidad de ajustarse rápidamente a nuevas circunstancias y de encontrar soluciones creativas a los problemas.
Y para eso debe ser flexible en los horarios (dispuesto a ajustarlos para satisfacer las necesidades del cliente), innovador en estrategias (con capacidad para adoptar nuevas tecnologías y métodos de marketing que generen una ventaja competitiva), identificador de problemas (para que no se conviertan en obstáculos significativos) y resolutivo (porque son muchos los problemas que pueden surgir y pueden necesitarse soluciones creativas y alternativas viables).
Actitud positiva
Una actitud positiva puede hacer una gran diferencia en la percepción de los clientes y en la eficacia del agente inmobiliario.
Y esa actitud positiva incluye optimismo (para transmitir confianza a sus clientes) y resiliencia (para recuperarse rápidamente de las dificultades y seguir adelante a pesar de los desafíos)
Capacidad de negociación
La negociación es una parte esencial del trabajo de un agente inmobiliario. Una aptitud para la negociación implica tener capacidad de persuasión y un gran sentido del compromiso para ayudar a encontrar una solución que, aunque no sea perfecta para todos, sea aceptable y beneficiosa
Integridad y responsabilidad
Un buen agente inmobiliario debe actuar con integridad en todas sus transacciones. Esto significa ser honesto, transparente y cumplir con los compromisos.
Además, debe asumir la responsabilidad de las acciones y decisiones tomadas, admitir los errores que pueda cometer y trabajar para corregirlos de manera efectiva.
Capacidad de trabajo en equipo
Aunque gran parte del trabajo de un agente inmobiliario puede parecer individual, la capacidad de trabajar en equipo es crucial. Debe saber colaborar con otros agentes y con otras profesiones que puedan ser fundamentales para cerrar una transacción de manera eficiente.
Debe mantener una buena comunicación con todos los miembros del equipo para garantizar que todos estén alineados y trabajen hacia el mismo objetivo.
Gestión del tiempo
Organizarse convenientemente para poder gestionar diferentes clientes y propiedades al tiempo sin comprometer la calidad del servicio es muy importante, pero, además, es fundamental saber priorizar tareas y enfocarse en las actividades que generan mayores resultados para maximizar la productividad-
Si encuentras a un agente que cuenta con todas estas características, no lo dejes escapar. Es el tuyo.
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