17 Abr Subrogarse a una hipoteca
¿Quién no ha oído decir “voy a cambiar mi hipoteca de banco porque no me trae a cuenta seguir con el” o “a ver si puedo subrogarme en la hipoteca que tiene a quien le voy a comprar la casa”?
¿Qué quiere decir esto?
Una subrogación de hipoteca siempre hace referencia a una sustitución de una de las partes en una hipoteca, el acreedor o el deudor.
Cuando se subroga el acreedor, es la entidad financiera lo que se cambia. Esta es la situación que se da cuando queremos cambiar la hipoteca de banco, por lo general porque las condiciones que nos ofrece son mejores, bien porque el tipo de interés será menor o porque nos permite cambiar de tipo fijo a variable o viceversa. Actualmente no se necesita el consentimiento del banco actual para hacerlo.
Cuando quien se subroga es el deudor, lo que cambia es la titularidad de la hipoteca en una operación de compraventa. De esta forma, el vendedor de una vivienda traspasa al comprador la hipoteca que pesa sobre la vivienda objeto de la compraventa.
En este caso, el banco sí debe aprobar primero al nuevo deudor, haciendo el correspondiente estudio de riesgo, y puede negarse a hacer la subrogación si, a su juicio, el solicitante no cumple con los requisitos necesarios.
Las ventajas de que el comprador se subrogue en la hipoteca del vendedor benefician a ambas partes. El vendedor se ahorra los gastos de cancelación del préstamo y el comprador se ahorra la comisión de apertura y la tasación.
Sea cual sea tu situación, lo más recomendable antes de realizar una subrogación, es asesorarse de la mano de un experto en crédito hipotecario para que te ayude a tomar la mejor decisión
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